Kara Walker es una artista norteamericana (1969) que explora los temas de la raza, el género, la sexualidad, la violencia y la identidad.
Sus obras están ambientadas en la época pre-guerra civil americana, y representa diferentes escenas protagonizadas por esclavos negros y amos blancos. Las siluetas son dibujadas de un modo caricaturesco y exagerado para que podamos diferenciar claramente las razas. Aunque pueda contener humor, son escenas fantasmagóricas que resultan violentas y su trabajo ha resultado incluso polémico por la mezcla de sexualidad, bestialidad y agresividad.
Su estilo está directamente inspirado en los retratos silueteados muy populares entre los siglos XVII y XIX, que precisamente eran perfiles en negro sobre blanco. También el espectáculo minstrel (teatro musical que surgió a mediados del s.XIX donde actores blancos se pintaban la cara para satirizar a los negros), además de imágenes y textos históricos que usa para mostrarnos como se representaba a los negros antes de la guerra del sur. Es curioso también que Walker reconoce haberse visto influida por la novela “Lo que el viento se llevó”. Que dentro de una obra tan popular como esa haya escenas como que la protagonista vomite al oler a sus esclavos negros, es muy significante de cual es la imagen que se ha proyectado tanto a nivel histórico como literario y artístico en general. La historia de esa época de los Estados Unidos se representa como épica, pero también tuvo mucho de grotesco y es eso lo que Kara Walker quiere que veamos.
Con todas estas escenas también pone en tela de juicio nuestra capacidad para reírnos de elementos más o menos reprochables del comportamiento humano. Nos enfrenta a la incomodidad, e incluso a la vergüenza, haciéndonos reflexionar donde está el límite de lo cómico.
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